Comentario
El mundo occidental se caracterizó durante la segunda mitad del siglo XVIII por el crecimiento económico y estuvo bajo el signo de la Ilustración. Las ideas políticas y económicas empezaron a cambiar y las relaciones coloniales entre las potencias europeas y sus posesiones ultramarinas, que habían sido establecidas bajo criterios mercantilistas, comenzaron a replantearse a la luz de los cambios que se estaban produciendo. La profunda revolución política que significó la independencia de los Estados Unidos afectó directamente a Europa y al resto de América, pese a que no se trató del primer experimento republicano que se producía en Occidente. Su influencia sobre la Revolución Francesa fue notable y, a su vez, los sucesos iniciados con la toma de la Bastilla condujeron a la emancipación de Haití. Todo esto tuvo un influjo nada despreciable, aunque contradictorio, sobre los procesos emancipadores de la América hispana y portuguesa.